Estimada Adolescente,
Hoy te atendí para el examen físico que necesitabas para tus actividades deportivas, y noté que te han recetado anticonceptivos en el pasado. Se supone que debo preguntarte si estás utilizando la protección adecuada en contra de las enfermedades de transmisión sexual y si tu elección de anticonceptivos te está funcionando.
¿Ya no estás usando protección? Oh, ¿debido a que terminaste tu relación con tu novio? Suspiro, y comparto tu angustia. Veo a una hermosa chica frente a mí, que ha dado el regalo de sí misma, solo para ser “descartada” y cambiada por otra persona. Ojalá hubiera tenido la oportunidad de decirte antes lo siguiente: el amor es realmente maravilloso. En ocasiones, los adolescentes confunden los sentimientos afectivos y físicos que están sintiendo por el amor verdadero. A veces, los adolescentes tienen relaciones sexuales para satisfacer un deseo y no ven por qué no deben satisfacer ese deseo. Cada persona es un ser sexual, entonces lo que estás sintiendo—el deseo de unirte de una manera más íntima con esa persona que te atrae—puede ser como un enorme imán invisible que te llama hacia una relación sexual con esa persona. Este deseo sexual no es malo o “pecaminoso” por sí mismo; forma parte de nuestra naturaleza humana y no debes sentirte culpable por sentir esto. El deseo sexual es realmente algo muy bueno y necesario. Mira cuál ha sido uno de sus frutos: TÚ, y por consiguiente, ¡todo el posible beneficio que puede recibir el mundo con tu existencia! Pero el deseo sexual no es la “panacea” del amor. Toda persona anhela profundamente amar y ser amada. El deseo sexual ofrece la “materia prima” para el verdadero amor humano. Para empezar, quizá te sientas atraída a una persona físicamente—podrían gustarte sus ojos, o la manera en que él camina. O te podrías sentir atraída a él emocionalmente—cómo te hace sentir. O mejor aún, las dos cosas. Pero si esta atracción te llevó a ceder a una relación sexual, entonces, mi querida paciente adolescente, te estás perdiendo todo otro nivel de amor—el amor que estás buscando. Y en realidad, el amor humano es atractivo porque nos conduce no solamente a una persona, sino a la fuente de bondad de esa persona. Permíteme preguntarte lo siguiente: si tuvieras la opción, ¿preferirías entregarte a alguien que hace lo que quiere, con quién quiere, cuando quiere, sin jamás decir “no” a su deseo, o preferirías entregarte a alguien quien tiene dominio de sí mismo y sus deseos, que ha visto todas sus opciones de chicas y que te ha elegido, y se compromete a amarte a ti, considerándote su prioridad más importante, incluso, poniéndote por encima de sí mismo? ¿Quieres a alguien que piensa: “¿Qué beneficio obtendré? ¿Qué puedo sacar de esta relación?” O…“¿Qué es lo que más te conviene? ¿Qué puedo hacer por ti?” Si estás con alguien que es egocéntrico, puedes estar segura que cuando él ya no obtenga lo que quiere de ti, y alguien “mejor” venga, te cambiará por esa otra chica. Él se quedará, solamente mientras le duren las sensaciones agradables.
Para conseguir ese amor verdadero que anhelas, tómate el tiempo para encontrar a alguien que tenga dominio personal, para que su “sí” para ti sea verdaderamente un “sí”. Mereces a alguien que haga lo que sea necesario para tu máximo beneficio. Por tu lado, podrías canalizar todo lo que sientes por él que esté estimulando tu deseo sexual hacia el dominio personal de ti misma, y hacia el bien de los demás, incluyendo el de la persona que te atrae. Ahora imagínate si él y tú– él, el hombre de tus sueños; tú, la mujer de sus sueños—-se comprometen a una vida de amor juntos, por el bien de los dos, en el vínculo matrimonial. ¡Imagínate la unión sexual y emocional de ese amor! Ese es el amor al cual has sido llamada–¡un amor que brinda seguridad, total satisfacción, absoluta gratificación que se renueva cada vez que tienen relaciones íntimas! Si eso te parece bien, y dices que “sí” quieres ese tipo de amor, entonces necesariamente tienes que decir “no” a las relaciones sexuales pre-matrimoniales.
La castidad es realmente una preparación gozosa para un amor extraordinario, revitalizante, que es completa y maravillosamente fuera de este mundo. Si ofreces tu entrega a tu primer “amor”, y después a otros, entonces lo que pudo haber sido totalmente tuyo en un futuro, es como un globo con una fuga que lentamente va perdiendo todo el aire o la magia—y para cuando se llega al matrimonio, la experiencia se convierte en algo como un globo desinflado que ha perdido una parte significativa de su encanto. Los años de la adolescencia son un tiempo para que crezcas y madures, y para que encuentres tu propio lugar en el mundo. ¡Están pasando tantas cosas en tu vida! ¿Piensas que para gustarle a este chico tienes que acostarte con él? ¿Piensas que para ser popular tienes que acostarte con varios chicos? Quizá sea fácil caer en esa trampa, pero recuerda—para ser apreciada y sentirte aceptada, solo tienes que sinceramente preocuparte por los demás. Tengo que decir, mis colegas y yo tenemos mucha de la culpa. Nosotros los pediatras somos las compuertas por las cuales pasan los anticonceptivos para llegar a los adolescentes. Se supone que tenemos que trabajar por tu bienestar integral, pero me temo que te hemos fallado al recetarte anticonceptivos, avalando ese estilo de vida y actitud de sexo casual y sexo antes del matrimonio. Cuando decimos que la castidad es la norma de oro y que es maravillosa si la puedes practicar, pero por si las dudas, te damos una receta para la píldora—¿cuánto estamos realmente confiando en ti? Es probable que me meta en problemas por decirlo, pero quisiera que mis colegas y yo iniciáramos una revolución, recalcando el don de uno mismo desde el principio de nuestras visitas. Conjuntamente con tus padres, lucharíamos para ayudar a cada joven (hombres y mujeres) a llegar a la edad adulta con integridad, lleno(a) de vitalidad, intacto(a)—para lograr y vivir la esencia plena del amor increíble entre un hombre y una mujer, un indicio del amor que anhelas.
Atentamente, tu Pediatra
Oh, PD: Dale a esos chicos la oportunidad de conocer y ver todo tu ser, al no vestirte de una manera que atraiga atención solamente a una parte de tu cuerpo. Vístete de manera atractiva pero modesta, ¡para que esos chicos puedan ver lo verdaderamente bella que eres!